MI AMOR PERDIDO
Macarena y Drake, eran chicos normales, con ambiciones y sueños. Macarena era una niña muy miedosa de sus sueños, los juzgaba y reprimía, pero se enamoró de alguien completamente extremo a ese ideal. Drake no solo era libre, él volaba, y sí, tuvo muchos errores, él mintió, engañó y pasaba por encima sin ver la sensibilidad que Maca siempre tenía.
Macarena quiso volar con él, pero ella no entendía que su libertad tiene su proceso, que su mente ortodoxa se iba a transformar pero no al tiempo que Drake lo exigía, para cuando ella se dio cuenta de su valor, ya era tarde, él ya se había ido. Ella quiso volar a su ritmo pero se cayó y se seguirá cayendo porque de eso se trata la vida, de un ensayo y error. Mas no iba a negarlo, cada caída dolía más que la anterior, cada intento era derrotado y cada respiro, ahogado. Quiso ser como él solo para intentarlo enamorar sin ver que el amor no es condicionado, que el amor es libre. Y sí tal vez no estaban preparados para un amor de pareja, que es muy distinto a otro amor, pero ella siempre lo va a amar, porque ella sabe que si Drake cae, alguna parte de su corazón también lo hará y si se levanta alguna parte también celebrará.
Se ha hablado tantas veces de la comprensión mutua, pero nadie te enseña a comprenderte a ti misma, Macarena tardó en entender que esta experiencia tiene que servir para que seas más fuerte pero no fría, más sensata pero no egoísta, más tolerante pero no ingenua. Macarena ama, y ama de verdad, porque sabe que nadie puede atravesar su evolución, nadie le puede decir que no es suficiente, nadie puede decirle que el problema es ella por no ir por sus sueños al tiempo que otros lo desean. Drake es el amor que perdió, y sí que lo perdió, es algo similar al dolor que sintió al recibir esa llamada de su madre diciéndole que su abuela se murió, ese mismo dolor sintió cuando Drake le dijo que ya no la amaba, y es el mismo dolor que siente cada vez que Drake deja la cama y se presenta una ausencia de horas, días, semanas. Drake durante mucho tiempo fue su cruz, fue quién se llevaba todo y lo único que le dejaba era inseguridad y mucha frialdad. Macarena lo perdió, pero él también perdió la gran oportunidad de ver a una mujer en potencia, un ave fénix que del fuego surgió, un ángel que jamás se convertirá en demonio. Todos tenemos cicatrices y hay que aprender a vivir con ellas. La vida de Maca no es perfecta, ese amor se perdió y supo desde el principio que buscándolo en él, jamás lo volverá a encontrar, así que emprendió su ruta por buscar ese amor en ella.
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